¿Cómo hacer un presupuesto personal?

El primer paso para crear tu presupuesto personal es saber con cuánto dinero cuentas cada mes.

Incluye tu salario y cualquier otra fuente de ingresos que tengas.

Si tus ingresos son variables, calcula un promedio mensual de los últimos 3 a 6 meses para tener una cifra lo más precisa posible.

Si no estás seguro de un ingreso o es muy irregular, es preferible que no lo consideres en esta cuenta.

Ahora, haz una lista de todos tus gastos fijos.

Estos son los gastos que debes pagar cada mes, como el arriendo, la cuota de un préstamo, servicios públicos y pensiones del colegio de tus hijos.

Es decir, todos los gastos que son relativamente constantes.

En el caso de los servicios públicos, que obvio varían cada mes un poco, también puedes hacer un promedio de los últimos 3 a 6 meses.

Lo siguiente es anotar tus gastos variables. Y estos son los más peligrosos para tu bolsillo.

Los gastos variables pueden ser de muchos tipos, pero para mi los más representativos son todos los relacionados al entretenimiento.

Es importante que no subestimes estos gastos, ya que suelen sumar más de lo que piensas.

Haz un registro detallado por un par de meses de estos gastos y es posible que te asombres con la cifra.

Lo bueno es que podrás identificar patrones de estos gastos.

Aquí mi consejo es que asignes un presupuesto mensual para “mecatéartelo en cositas”, que igual hace falta, pero así controlas cuánto gastas.

Una vez tengas claro cuales son tus ingresos y gastos, comienza lo realmente interesante.

Elaborar un plan de gastos es que determines que en lo que te vas a gastar tu dinero es realmente lo que tiene más prioridad.

Y sobre todo que te asegures de que tus gastos no superan tus ingresos.

Si es necesario, debes recortar tus gastos variables y buscar otras maneras de reducir costos.

Cocinar en casa en vez de ir a un lindo restaurante, por ejemplo, puede ahorrarte bastante durante el mes.

Con un buen plan de gastos vas a saber cuánto puedes ahorrar cada mes.

Personalmente esa “regla” del 50/30/20 que dice: 50% para necesidades, 30% para gustos y 20% para ahorros y deudas, no me gusta.

Parafraseando un poco, una regla se define como:

Principio que se impone para dirigir el correcto desarrollo de una actividad.

Bajo la estricta definición de “regla”, entonces si tu no divides tus gastos con esos porcentajes exactos no estás dandole el correcto desarrollo a tus finanzas.

Así que si ahorras un 10% estás haciéndolo mal, e incluso si ahorras más del un 20% también.

Por tanto, llamarla “guía” me parece más apropiado. Si puedes seguirla tal cual, sería excelente.

Y si puedes ahorrar más del 20%, pues muchísimo mejor.

Como primera meta de ahorro, yo te recomiendo que crees un fondo de emergencia. Una vez alcanzado, puedes enfocarte en otros objetivos.

Como tus ingresos y gastos pueden variar por diferentes motivos, tu presupuesto debe ser flexible.

Revísalo regularmente y haz ajustes según sea necesario. La vida cambia y tu presupuesto debe adaptarse a esos cambios.

Mantén la mente abierta y busca continuamente formas de optimizar tus gastos y aumentar tus ingresos.